viernes, 11 de junio de 2010

Las cuatro puertas de Nora: Adentro, yo

Las cuatro puertas de Nora: Adentro, yo
Máscaras que ocultan la verdadera identidad, el yo más auténtico, el único yo. Sábato habla de esas máscaras que se yuxtaponen para permitirnos una adaptación -aunque sea temporal y pasajera- a los requerimientos de la sociedad en que nos vemos obligados a movernos. Ellas se imponen, rígidas e inexpresivas, a la pura manifestación de nuestro ser desnudo. Algunos dirán que nos protegen, como un escudo que resguarda la intimidad de las miradas del afuera. Yo sé que las he visto cubriendo los rostros de los que me rodean... y también -cómo no?- ocultando el mío, este que ahora se refleja, tímido, en estas páginas.

martes, 8 de junio de 2010

De llaves y cerraduras

Está cerrado, todo cerrado. Adentro la oscuridad es compacta y negra, densa como un muro. Imposible quebrar la firmeza del roble, las bisagras de hierro que forjaron la puerta. Viejas filtraciones envenenan el aire que se adhiere, muerto, a las paredes. Hace mucho que nadie ha pisado las losas centenarias que recubren el piso...
Afuera, la hiedra prolífera tapiza los muros y la entrada, que queda casi oculta por la urdimbre de hojas. Cada tanto una suave brisa les impone un balanceo efímero y una línea de luz penetra tímida en la negrura interior. Pasa por el ojo de la cerradura olvidada y traza una recta nítida en el cuarto cerrado. A su paso se dibujan apenas los contornos del moblaje, vencido por el tiempo.
Todo dura un instante, pero trae el recuerdo del afuera, del aire limpio, del contacto... El anhelo profundo de la llave ausente.