Ansiado encuentro con amigos
que creíamos perdidos.
Y el sol brillante que se duerme
en la corriente diáfana.
Palabras fluyen llenas de recuerdos
que van poblando poco a poco la tarde.
La vida pasa entre los dedos,
como un rosario
largamente rezado.
Abrazos recobrados, retenidos...
Y las ondas del agua que se mueven
llevadas por la brisa.