domingo, 4 de julio de 2010

Los sueños

Agua y piedras. El árbol, apenas sostenido, resiste con firmeza los embates del viento, que ha intentado vencerlo desde siempre. Su tronco retorcido se inclina y mantiene sin embargo un equilibrio casi imposible a la orilla del lago...Se aferra a la vida con sus raíces curvas como garras. El ambiente es hostil pero él insiste en su dolorosa postura interrogante...¿Por qué no puedo vivir en este sitio?
Como el árbol, así nos aferramos nosotros también a nuestros sueños. Ciegos a lo evidente, seguimos intentándolo aunque todo nos duela, aunque el esfuerzo nos desgarre las entrañas. Lo importante es seguir.

1 comentario:

  1. Por qué no soñar y sentirnos un poco este arbol, que se encuentra casi desprendido y a punto de estar a la deriva hacia un mundo nuevo pero, también, aferrado con sus raíces, tal vez por miedo a lo desconocido.

    ResponderEliminar