martes, 16 de octubre de 2012

Del por qué de la poesía

Disparate! Cómo pensarle un porqué a algo tan inútil como la poesía? porque, como sabrán, hay muchos que lo han dicho y lo repiten a la primera oportunidad: la Poesía no sirve para nada. Es -sin duda, dicen ellos- la más inútil de las Artes. Porque cuál sería la aplicación práctica de unos, digamos... octosílabos sueltos? o menos aún, de unos endecasílabos con o sin rima consonante? 
Es que ellos no comprenden que la Poesía es en sí misma una finalidad de tanto porte, tan fuerte que no permite ninguna cosa que no sea la razón de ser de la Poesía, que no es otra que la Belleza -así con mayúsculas- Y entonces, si se piensa con detenimiento, cobran sentido todos los sinsentidos que se han hecho y se harán en nombre de la Poesía -o de la Belleza, que es como decir lo mismo-
Algunos se estarán preguntando adónde quiero llegar con este razonamiento... Es que siento la necesidad de defender a los poetas, artesanos de lo inútilmente bello, a los que sueñan con el atardecer aunque estén viajando apretados en el subte,  los que buscan la imagen de la luna entre los nubarrones mientras corren para llegar a tiempo al trabajo rutinario...
Levanto mis banderas para proteger -como un moderno Quijote- a los que esperan ver un mundo donde la sonrisa sea cotidiana, donde la mano abierta reemplace definitivamente al puño, los que piensan que leer un poema es una ganancia -y no una pérdida- de tiempo. 
Los griegos decían que los poetas eran los "poseídos" por los espíritus celestiales. La palabra latina "inspiración" tiene indudablemente el mismo origen...
Me gusta pensar que los poetas son entonces los mensajeros de Dios o de los dioses -no  importa el sistema de creencias- que traen a nosotros la palabra que alienta, el verso que despierta la conciencia, la mirada que se vuelve más atenta a lo bello.
Los escépticos, que lean a Jiménez, a Alfonsina, a Hernández, a Neruda. O que me llamen y les leo los versos de mi hermana.

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