sábado, 31 de marzo de 2012

De la rutina y otros males

Escapo, cuando puedo, de la aplastante rutina de los días iguales...
¿Cómo lo hago? se preguntan...
Simplemente, improviso! Sí, salgo a la vida - a la mañana de mi vida cotidiana- sin libreto. Me dejo sorprender por cada hoja; me emociona la forma cambiante de la luna; respiro hondo el aire fresco que me lava la cara y se lleva las telarañas de la noche.
Dura poco, lo sé, pero funciona por un rato.
Como una píldora de vida concentrada.
Una sobredosis de vida en un instante.

1 comentario:

  1. Lo cierto es que, a veces, se hace difícil evadirse: la rutina te atrapa como un banco de arena movediza...
    Entonces, dejarse llevar es una buena treta.

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